Desde su debut rompedor en la década del 60, la minifalda se convirtió en algo más que una pieza de ropa. Fue estandarte de valentía, independencia femenina y espejo del cambio social. Es, además, una historia apasionante que une moda, ideología y cambio social. Los años 60 fueron un momento crucial en la historia de la moda. En un clima de
Una mirada al tiempo desde la óptica del cambio
La minifalda, que apareció con fuerza en los 60, fue más que un simple elemento de vestuario. Ha representado una declaración audaz, un símbolo de liberación femenina y un espejo de los cambios culturales y sociales de cada época. Su evolución es un relato fascinante de la intersección entre moda, política y feminismo. La década de 1960 m
¿Corazón confundido o instinto certero?
Cada vez que todo se basa del atractivo corporal junto con la química instantánea, el romance tiende a volverse fugaz. Muy limitado. Igualito que los aparatos que calientan en segundos, que dan calor al instante, y duran menos que una cita de Tinder. Construir un vínculo centrado en la química visual, equivale a meter comida en el horno del mot
¿Amo tu alma... o solo quiero desvestirte el cuerpo?
Si todo depende exclusivamente en deseo visual más el flechazo inicial, el romance evoluciona hacia lo fugaz. Demasiado precario. Parecido a los microondas de cuarto de hotel, que funcionan veloz, aunque se descomponen rápido. Construir un vínculo puramente en el físico, es igual que meter comida en el horno del motel, responde rapidísimo, lam
¿Historia real o escena sin guión?
Cada vez que todo gira en torno de lo puramente físico junto con la atracción inmediata, la historia evoluciona hacia lo corto. Demasiado fugaz. Tal cual esos microondas de hotel, que apenas suben de temperatura en un pestañeo, pero fallan enseguida. Construir un vínculo centrado en lo superficial, es parecido a confiar en un electrodoméstico